El pasado 16 de enero, se celebró el fallecimiento a sus 82 años del último rey de Grecia, Constantino de Grecia, quien tuvo un funeral de más de 1500 invitados, y el cual reunió a la familia real de toda Europa, incluida entre ellos la infanta Irene Urdangarín, quien acaparó varios portales de noticias, llamando la atención de la reina Letizia.
De hecho, es bien sabido que la actual reina consorte de España siempre ha estado interesada en mantener los primeros titulares con su hija, la princesa Leonor, por lo que la atención acaparada por los medios de comunicación en lo que respecta a la hija de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarín, molestó a Ortiz.
Asimismo, la infanta Urdangarín ha pasado la mitad de su vida fuera de España, y ha dejado ver su estilo elegante, junto a su discreción, ideal para una reina, por lo que la joven ha mostrado una evolución en todos sus aspectos. Cabe destacar que la hija pequeña de la infanta Cristina e Iñaki está centrada en sus estudios en Ginebra, así que habrá que esperar el camino que tomará con su futuro.
Por otro lado, las hijas de la reina Letizia no asistieron al funeral, por lo que su ausencia marcó una distancia notable entre los parientes directo. De hecho, indicarón que su inasistencia fue por los estudios académicos de la princesa y su hermana. Una explicación un tanto ajena si se compara con el caso de los Urdangarin, quienes sí tuvieron esa dispensa en sus colegios, universidades y trabajos.
Es importante añadir que, este año la princesa Leonor cúmple los 18 años, y con ella tendrá que asumir el mandato recogido en el artículo 61.2 de la Constitución. En ese sentido, se refleja la nueva etapa de la heredera a la jefatura del Estado con el juramento de desempeñar sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, además de ser fiel al Rey.