jueves 09 de marzo de 2023
Cuando faltan pocas semanas para la gran celebración de la ceremonia del rey Carlos y Camila, lo único que se sabe es que la situación entre padre e hijo es cada vez más tensa, de hecho, esta misma semana los duques de Sussex bautizaron a su menor hija, Lilibet Diana y ningún familiar de parte del príncipe Harry hizo presencia.
Ningún pariente de la familia Windsor asistió al bautizo de la hija del hijo del rey Carlos, el príncipe Harry y Meghan Markle, en la que se ha referido como “princesa Lilibet”, un detalle que ha llamado la atención ya que de momento no se tenía constancia de que el monarca hubiera tomado la decisión de que los hijos de su menor hijo ostentaran este título.
Sin embargo, la misma Casa Real, apenas unas horas después de conocerse la noticia del bautizo de la nieta del monarca, ha actualizado la información al orden en la sucesión a la Corona y ha incorporado los títulos de príncipe y princesa para los dos hijos de los duques de Sussex, un detalle que de seguro a molestado a Camila quien aun se encuentra enojada por las declaraciones que ha hecho su hijastro en contra de ella y esta sería una manera de castigarlo por su acción. Informa Voces Críticas
Pero más allá de las pleitos y fuertes enfrentamientos que ha tenido el rey Carlos con su menor hijo quien se ha quejado de no haber recibido cariño de su padre, la verdad es que el soberano tiene a Harry muy presente.
Eso se pudo notar visiblemente en una reciente audiencia en el Palacio de Buckingham, donde se ve que el rey Carlos ha cambiado la decoración de uno de los salones y ha demostrado que siempre habrá un lugar especial para Harry y así lo demostró en uno de los retratos en blanco y negro donde aparecen sus dos hijos, William y Harry cuando eran pequeños.
Pero lo que llamó la atención es que el retrato del príncipe Harry se encuentra en una posición adelantada mientras que la foto de su hermano queda detrás. En otra esquina de la habitación, existe otra imagen de los hermanos ya adultos vestidos de uniforme. Sin duda, un detalle que deja en evidencia que el rey Carlos ama y piensa mucho en su hijo a pesar de todas las diferencias entre ellos.