Organizar bien el día es clave para mantener el enfoque y reducir el estrés, especialmente cuando las responsabilidades se acumulan. Si te cuesta gestionar las tareas, acá van algunos consejos prácticos para mejorar tu productividad sin sentirte abrumado.
1. Planificá tu día por la mañana
Antes de arrancar, tomate unos minutos para organizar las tareas. Hacer una lista de lo que necesitás lograr te va a ayudar a mantenerte enfocado. Si podés, establecé tus prioridades para asegurarte de que lo más importante se haga primero.
