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Entre la presión, la adrenalina y lo puesto se juego, se ha visto innumerables veces a tenistas profesionales perder la cabeza, pero pocas así. Alexander Zverev golpeó tres veces con su raqueta la silla del juez y casi lo lastima en los tobillos.

En la versión de dobles masculino del Abierto de México, el alemán enfrentó junto al brasileño Marcelo Melo al británico Lloy Glasspool y el finlandés Harri Heliovaara. En el punto definitivo del tiebreak del segundo set, el número 3 del mundo (individual) se enfureció con la decisión arbitral y aquello le quedó rondando en la cabeza.

Su dupla perdió ese set y también el siguiente, quedando eliminados del certamen. Al terminar el cotejo, se desquitó con la silla del juez a escasos centímetros de su cuerpo, y luego entregó la raqueta hecha pedazos a unos niños.

Desde la organización ya decidieron expulsarlo en la rama individual masculina, donde era el segundo preclasificado y se encontraba en octavos de final, pronto a enfrentar a su compatriota Peter Gojowczyk.

“No debería haber ocurrido y no hay excusa. También me gustaría pedir disculpas a mis seguidores, al torneo y al deporte que amo. Como saben, lo dejo todo en la cancha. Ayer dejé demasiado. Me voy a tomar los próximos días para reflexionar sobre mis acciones y cómo puedo asegurarme de que no vuelva a ocurrir. Lamento haberlos defraudado”, reflexionó el tenista de 24 años.

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