El operativo por parte de los guardavidas estuvo a cargo del Profesor Álvaro Chavez y comenzó a partir de las 09.30 horas, observándose una gran concurrencia de turistas y bañistas tucumanos, que llegaron a refrescarse en el lago del Cadillal. Por su parte, el Profesor Esteban Díaz, quien lleva más de dos décadas trabajando como guardavidas, es el único que quedó de todos aquellos guardavidas que hace 25 años comenzaron con la innovación del trabajo de rescate en aguas quietas.
En comunicación con la prensa, Díaz aseguró que el objetivo principal del operativo es la prevención para contrarrestar cualquier caso de accidente por inmersión. Con su trabajo, le recomendó a la población asistente cuáles son los lugares autorizados como balnearios. Además, agregó que fue muy importante el trabajo conjunto con la policía Lacustre ya que «ellos, con su embarcación, se encargan de retirar a los bañistas (que a pesar de las recomendaciones) ingresan a las zonas prohibidas para balneario, permitiendo de esta manera evitar accidentes o muertes».
Al final de la tarde, Esteban Díaz reconoció el gran trabajo llevado a cabo, con una clara expresión de satisfacción, ya que no tuvieron que lamentar víctimas de ningún tipo y la Navidad en el Cadillal terminó sin sobresaltos.
