La fuerza excesiva le hizo sangrar los ojos. En el caso de la estadounidense, sus ojos volvieron a la normalidad en poco menos de 2 meses y sin secuelas en su visión.
«Durante el esfuerzo del parto, las mujeres pueden experimentar ojos inyectados en sangre», se explica en el sitio web BabyCenter
«Empujar y esforzarse eleva la presión arterial, lo que puede provocar la rotura de los capilares y los ojos enrojecidos. Pero no se preocupe, los ojos inyectados en sangre generalmente son inofensivos y se resuelven en dos semanas», se añade en el artículo.