La protesta de jubilados frente al Congreso, que contó con el apoyo de barrabravas y agrupaciones de izquierda, derivó en graves disturbios con la policía. Ocho personas fueron detenidas por la Policía Federal, entre ellas, dos que portaban armas de fuego y otra con un cuchillo. La manifestación, que comenzó pacíficamente, se tornó violenta cuando los barras intentaron avanzar sobre las calles en las inmediaciones del Congreso.

Las fuerzas de seguridad respondieron con balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes para contener a los manifestantes. En respuesta, grupos de barrabravas rompieron las veredas de la Plaza Congreso y lanzaron escombros contra la policía. Más de 850 efectivos participaron del operativo de seguridad, que debió ser reforzado con la llegada de Gendarmería y la Policía Federal.
En medio del caos, los manifestantes avanzaron por calles como Solís, Hipólito Yrigoyen y Avenida Rivadavia, generando interrupciones en el tránsito. Equipos del SAME se encuentran en el lugar atendiendo a los heridos. En las calles linderas al Congreso, los barrabravas prendieron fuego a contenedores de basura, y en Avenida de Mayo lograron cortar la calle con vallas incendiadas.
