miércoles 12 de abril de 2023
Para nadie es un secreto que Lady Di fue una de las personas de la realeza que más llamó la atención en aquellos tiempos, su rostro angelical y su manera de ser tan especial con las personas que se acercaban a ella la hizo ser la más querida por los británicos.
La mayor notoriedad fue cuando Lady Di y el actual rey Carlos III decidieron terminar con su matrimonio en el año 1996. Como se esperaba la noticia se esparció como pólvora y se regó por todo el mundo y esto significó una nube negra en la vida de la familia real británica.
Vale recordar que la princesa de Gales y Carlos III se casaron en julio de 1981, pero el matrimonio no duró como ella lo esperaba, ya que llegó a su final en febrero de 1996 cuando después de una larga separación pudieron concretar el divorcio.
Lady Di es recordada como una mujer muy inteligente que ante todo buscaba el bienestar de sus pequeños hijos y por supuesto el suyo propio, razón por el que antes de darle el divorcio a Carlos III, exigió unas condiciones muy puntuales al padre de sus hijos.
Una de las condiciones que pidió Diana como le decían cariñosamente era mantener su título real como princesa de Gales, por lo que después de divorciarse seguía siendo tratada como parte de la realeza británica. Otras de las peticiones que le pareció muy importante era el mantenerse al tanto de sus hijos, es decir, que ella estuviera presente en las decisiones que tuvieran que ver con el príncipe Guillermo y Harry.
Estas fueron las dos condiciones que exigió la princesa a su ex esposo para poder divorciarse, vale recalcar que Diana estuvo en todo momento asesorada de su abogado Anthony Julius. Una vez divorciada Lady Di pudo rehacer su vida lejos del rey Carlos, mientras el ahora rey tuvo el camino libre para seguir su relación amorosa con quien hoy es su esposa Camila Parker.