Luego de romperla en el Everton, Wayne Rooney cerró su llegada al Manchester United a mediados de la década del 2000. Desde allí, el delantero inglés se transformó en uno de los mejores futbolistas del planeta, siendo pieza clave del equipo de Sir Alex Ferguson que conquistó la Champions League de 2008 y que perdió las finales de las ediciones 2009 y 2011 contra el Barcelona de Lionel Messi y Pep Guardiola.
A dos años de su retiro en el Derby County, tras un breve regreso al Everton y una experiencia en el DC United de la Major League Soccer (MLS), Rooney realizó impactantes declaraciones en las que confesó su adicción al alcohol.
“Me encerraba en mí, pasaba unos días en casa y no salía. Bebía casi hasta desmayarme“, reveló el actual entrenador del Birmingham City, equipo que milita en la segunda división del fútbol inglés.
“No quería estar rodeado de gente porque a veces te sientes avergonzado y otras veces sientes que les has decepcionado. Al final, no sabes otra manera de lidiar con eso“, agregó en diálogo con Rob Barrow en el podcast Seven de la BBC.
“Cuando no recibes la ayuda y los consejos de los demás, puedes realmente tocar fondo. Y yo estuve así durante algunos años. Afortunadamente, ahora ya no tengo miedo de hablar con la gente sobre mis problemas“, concluyó el hombre de 38 años, ícono de la Premier League y la Selección de Inglaterra.